Más de trescientas personas acudieron la
mañana de este 11 de septiembre hasta el cementerio Santa Inés de Viña del Mar
para participar de una ceremonia en homenaje al Presidente Salvador Allende
organizado por la Comisión de Derecho Humanos de Viña del Mar, coordinada junto
con organizaciones sociales, de derechos humanos y partidos políticos, al
cumplirse 50 años del golpe de Estado. Las viñamarinas, viñamarinos, los
habitantes de Valparaíso y de la V Región en general, no olvidan que, durante
17 años, entre los años 73 y 90, estuvo enterrado en este lugar el cuerpo del
Compañero Presidente, sepelio realizado en forma reservada y clandestina, a
instancias de los militares golpistas que lo asesinaron, la madrugada del 12 de
septiembre, donde estuvo presente su esposa Hortensia Bussi y algunos pocos familiares.
Sin embargo, como he podido comprobar por testimonios directos de protagonistas
en estos hechos, la mañana del día 12 de septiembre las pobladoras y pobladores
de los sectores aledaños, al enterarse de tal situación, acudieron hasta la
tumba de la familia Grove, donde habían depositados los restos de Salvador
Allende, a rendirle un homenaje. De esta forma, alrededor de un centenar de
personas, rompiendo el miedo y con todos los riesgos que eso significaba en
esos momentos vinieron a despedirlo. Más allá de lo que la historia oficial ha,
en términos generales establecido, Allende sí tuvo un funeral popular el día 12
de septiembre de 1973. Y desde esa fecha hasta el día de hoy, los compañeros y
las compañeras, los pobladores y las pobladoras, los trabajadores y
trabajadoras han continuado en forma ininterrumpida a rendirle homenaje al
Presidente Salvador Allende Gossen.
Uno de los momentos más emotivos de esta
ceremonia fue cuando los conductores de esta actividad solicitaron efectuar un
minuto de silencio por la memoria de Salvador Allende, luego del cual, por los
equipos de amplificación se emitió el último discurso del Compañero Presidente.
Inmediatamente después de este emotivo
momento, hizo uso de la palabra Graciela Jiménez, presidenta de la Comisión
Chilena de Derechos Humanos de Viña del Mar, manifestando, entre otras cosas,
lo siguiente:
“Es muy emocionante escuchar las últimas palabras del
Presidente Salvador Allende, sobre todo para quienes éramos jóvenes en esa
época y recordar cuánto nos dolió, cuánto lloramos con el golpe y con su muerte
(…) La memoria es transgeneracional, porque esta memoria se va traspasando por las
familias. Al ver acá compañeros y compañeras de todas las edades, familias con
sus hijos, mucha gente joven también, que ha conocido la historia de Salvador
Allende, da gusto y emociona. Antes, nosotros siempre nos auto convocábamos,
llegábamos todos al cementerio a la tumba donde estuvo el Presidente Allende sepultado
a escondidas, o clandestinamente, por 17 años. Entonces después, este lugar ha
sido el espacio donde le hemos rendido homenaje a Salvador Allende, aunque nos
reprimieran, como sucedía en dictadura, porque tuvimos la resistencia de estar
permanentemente los 11 de septiembre acá e incluso se hacían marchas hasta el
centro de Viña (…) Así ha sido durante todos estos años (…) nosotros nunca
pensamos que Allende se suicidó, más ahora con los libros que hay y toda la
información que tenemos (…) los militares traidores no atacaron La Moneda
porque sí, recuerden que hay grabaciones donde dicen ‘lo llevamos en el avión y
lo tiramos después’, entonces, fue un genocidio en contra el pueblo de Chile
(…) todavía tenemos compañeras y compañeros que buscan a sus seres queridos que
están desaparecidos (…)
En todo Chile, no solamente acá, en estos momentos la gente está mostrando el legado del Presidente Allende, eso es lo que nosotros como Comisión queremos resaltar (…) En todo los documentos que nos entrega el Presidente Allende, en sus escritos, en sus discursos, son una forma de mirar el futuro, nos entrega una forma de mirar cómo seguimos adelante (…) Nos hemos acostumbrado mucho a las redes sociales, pero hay que ir a terreno, a conversar con la gente, mostrarles que fue y qué significó el gobierno popular(…) En esta Comisión de los 50 años convocamos a las organizaciones sociales, a los partidos políticos y ha sido un éxito la unidad que se ha dado. Todo esto es en función de lo que nos pedía el Presidente Allende (…) Por eso invito a todos los presentes a que sigamos encontrándonos, en unidad, tenemos que escucharnos, tenemos que saber que piensa el otro, intercambiar, respetando nuestras diferencias. No estamos evocando un pasado de otro tipo que no sean las ideas (…) Hoy día vamos a poner la primera piedra de lo que va a ser el Memorial de Salvador Allende, incluyendo una estatua y que, por diversas razones esto se retrasó, porque queríamos hacerlo este 11. Pensamos que puede concretarse en noviembre o, a más tardar, el 10 de diciembre para el Día Internacional de los Derechos Humanos.”
Guillermo Correa Camiroaga, Viña del Mar 11
septiembre 2023
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