NO AL PACTO DE SILENCIO

Guillermo Correa Camiroaga, Valparaíso 12 de Agosto 2015
Un Grupo de manifestantes de organizaciones de Derechos Humanos y estudiantes se congregaron ayer martes 11 de agosto, a las 18 horas en las afueras del Congreso Nacional, para funar la llegada del Comandante en Jefe del Ejército, General Humberto Oviedo, quien estaba  citado a las 19 horas a comparecer ante la Comisión de Defensa de del Parlamento. El movimiento de personal policial apostado en el lugar, sorprendido en un primer momento ante la aparición imprevista de los manifestantes, fueron congregándose para impedir la entrada al recinto, al mismo tiempo que hacían las diligencias pertinentes para avisar de la situación lo que alertó al General Oviedo, quien nunca apareció por la entrada principal del Congreso, ingresando al lugar por una entrada lateral.
Naturalmente que la intervención  del Comandante en Jefe frente a los Parlamentarios y al Ministro de Defensa fue desmentir la existencia de un pacto de silencio al interior del Ejército y reiterar la” buena disposición” de la institución armada a colaborar con la justicia, aunque todavía haya ingenuos que pretenden obtener “peras del olmo”.
Mientras tanto, en las afueras de la “cueva de ladrones”-  como lo llamaron un grupo de transeúntes que aplaudieron la acción llevada adelante por los manifestantes - con lienzos , pequeños discursos, gritos y pancartas se rindió homenaje a luchadoras y luchadores populares de la región, asesinados o hechos desaparecer durante la dictadura cívico militar, al mismo tiempo que se denunciaba el pacto de silencio llevado adelante por las distintas ramas de las Fuerzas Armadas y de Orden y Seguridad que ha significado en la práctica la impunidad de horrendos crímenes de compañeros y compañeras, como asimismo ha permitido que hasta el día de hoy no se conozca el paradero de muchos de los Detenidos Desaparecidos.
Este pacto de silencio ha podido mantenerse en el tiempo por la desidia y falta de voluntad política que han mostrado todos los gobiernos de la post dictadura y los avances alcanzados en verdad y justicia ha sido producto de la tenaz y permanente lucha  de los familiares y  de organizaciones de Derechos Humanos, junto al actuar honesto de algunos Magistrados.
Las recientes declaraciones judiciales dadas a conocer por un conscripto que participó en la patrulla militar que detuvo y quemó vivos a Rodrigo Rojas de Negri y Carmen Gloria Quintana ha permitido dejar en evidencia jurídica la forma en cómo los altos mandos institucionales llevaron adelante el proceso de encubrimiento destinado a  la implementación práctica del pacto de silencio . Porque acá en nuestro país, de características idiosincrásicas legalistas, las verdades ampliamente documentadas por testimonios directos de quienes han sufrido la represión, entregadas a la opinión pública por distintas organizaciones de Derechos Humanos y por ende ampliamente conocidas, sólo llegan a tener “valor” y ser consideradas “verdaderas” cuando son producto de resoluciones judiciales. Esto ha permitido que civiles y militares que participaron directamente e indirectamente en violaciones a los Derechos Humanos no sólo se paseen libremente por nuestro país, sino que en muchos casos ocupen importantes cargos públicos y sean consideradas “personas honorables”.
Pero los familiares, amigos y compañeros de los luchadores y luchadoras populares asesinadas o hechas desaparecer, junto con algunas organizaciones de Derechos Humanos, no están dispuestos a aceptar tanta injusticia e impunidad y por esta razón siguen llevando adelante movilizaciones para denunciar estos crímenes de lesa humanidad y mantener  al mismo tiempo vivo el recuerdo y el ejemplo de lucha de miles de hombres y mujeres. Por eso en esta ocasión el grito de lucha fue:      “¡No más Pactos de Silencio!”

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